Segundo Fundamento, "Conciencia del Cuerpo"

Incluye ser consciente de la mayor cantidad posible de procesos corporales de que seas capaz, como por ejemplo, ¿qué sensación produce el hambre?; experimentar como se perciben los alimentos en la garganta y la sensación de tragarlos; observar cómo reacciona el cuerpo en la digestión, así como la respuesta del estómago y la mente cuando el proceso digestivo ha finalizado. Es, en suma, comprender que la respiración, los movimientos, las sensaciones y las posturas están impulsados por la alimentación.

La conciencia del cuerpo está presente en cada aspecto de tu cuerpo interior y exterior. Por ejemplo, significa prestar atención a la forma en la que te mueves, en la que ves y tocas la comida, y significa también observar los aspectos vitales que no puedes ver y que con frecuencia das por sentado, como la respiración. La conciencia del cuerpo fomenta el reconocimiento de las múltiples funciones esenciales del organismo y escuchar tanto al cerebro como al cuerpo, que se intercambian señales continuamente y emiten un importante feedback fisiológico acerca de estar hambriento o saciado, el nivel de energía, los estados de ánimo y las necesidades de nutrición. La meditación y los ejercicios de respiración y relajación ayudan a comprender y traducir las señales corporales.

Para el almuerzo, Quorn Style Chicken with curry sauce.

Primer Fundamento, "Conciencia de la Mente"

Este fundamento habla de ser consciente de los múltiples aspectos de la mente; los pensamientos, los recuerdos y los deseos y miedos inconscientes. Es básicamente, el estado de la conciencia y el nivel de atención. En diferentes momentos tu mente puede estar distraida, inquieta, adormecida, aferrada al pasado, obsesionada, dispersa, vigilante o a la defensiva entre otros muchos estados del ser. Estos estados son pasajeros, cambiando de un momento a otro, pero crean un fondo para la comprensión y la filtración de la forma de ver el mundo. El flujo del estado de la mente cambia constantemente. El deseo de comer es un estado "fugaz" de la mente que se altera rápidamente segundo a segundo. La conciencia de la mente te lleva a prestar atención a la fluidez de tus pensamientos, tus emociones, y lo que es aquí más importante, tu hambre. En lugar de reaccionar inmediatamente al lugar en el que está tu mente en el momento presente, te contienes y evalúas si realmente estás hambriento o no, y examinas los factores sociales y estados de la mente que influyen en tus decisiones acerca de si debes o no comer, y qué comer.

Ensalada templada de cogollos con ajos fritos, pasas, perejil y sésamo.

Los Cuatro Fundamentos del Comer Consciente

Dominar los elementos de la alimentación consciente requiere cultivar un conocimiento y una comprensión más profundos de ti mismo y de tus hábitos alimentarios. Cuando  los cuatro fundamentos que Buda describe en el Satipatthana Sutta, el "Gran Discurso de los Cuatro Fundamentos de la Conciencia", son inconscientes, ejercen un enorme control y poder sobre la forma en que te nutres. Tener control sobre estos cuatro puntos puede ayudar a quienes comen incontroladamente a adquirir una conciencia contemplativa de los cuatro fundamentos en relación con la alimentación.

Los Cuatro Fundamentos son:

• Conciencia de la Mente
• Conciencia del Cuerpo
• Conciencia de los Pensamientos
• Conciencia de los Sentimientos

Hoy para el lunch, Judiones o "Batterbeans", con pimientos rojos y sésamo.

¿Que es el hambre?

El hambre es una urgencia biológica provocada por complejas interacciones entre las respuestas fisiológicas ante la comida, las emociones antes, durante y después de comer, y los pensamientos acerca del propio cuerpo y de uno mismo, conjuntamente con la constante evolución de los estados de ánimo, deseos y necesidades nutricionales. Tener que hacer frente a tantas y tan cambiantes variables es una de las razones de que el acto de comer sea inconsciente. Más aún si la los alimentos están seleccionados para dar color y vida al plato. Entonces los sentidos solo se focalizan en saborear ese bocado. Una ensalada de maiz, puerro, nueces, albahaca fresca y aceitunas verdes.

El folleto tiene la frase "Cooling the flames", `Enfriar las llamas´. Un mensaje de Thich Nhat Hanh acerca de como vivir en el momento presente (29 de Marzo Conferencia en Londres) Un relago.

Estos días he estado de estreno. A mis manos llegaron unos tallos de Rhubarb (Ruibardo en español) una planta de la que solo se puede comer el tallo, el cual es de un color rojo precioso. Al parecer las hojas son venenosas. Para los ingleses representa uno de sus postres más populares, el "Rhubarb Crumble", una convinación de ácidos, dulces, frio y calor, que acaba enganchando al mas escéptico.

El Ruibarbo se cultivaba en China y en el sur de Rusia hace más de 4.000 años.
Si los chinos recurrían a sus virtudes curativas y en particular a su cualidad como laxante, los comerciantes del siglo XVI le atribuían poderes para combatir las enfermedades venéreas.
Pero a partir del siglo XVII, los ingleses tuvieron la idea de cocerlo, convirtiéndolo así en planta medicinal y apta para su consumo, extendiéndose por todo el continente europeo. 

Compotas, mermeladas y mezclas agri-dulces que se incorporan luego a pasteles, sorbetes y tartas, son las recetas que los ingleses han conseguido elaborar a raiz de esta planta, mitad "delicia", mitad "veneno".Simpatiza a la perfección con el limón, la canela y el jengibre. El resultado...

De joven, Buda descubrió que dominar la alimentación consciente era esencial para el crecimiento espiritual. Había nacido en el seno de una familia real, y de niño siempre comía los alimentos más suculentos y deliciosos que la India podría ofrecer. Y engordó a causa de tantos festines. Asimismo descubrió, con el tiempo, que los placeres de los que disfrutaba en la corte no le aseguraban la felicidad ni lo protegían de la tristeza. De manera que cuando abandonó su vida real para ir en busca de la iluminción y una cura para sus sufrimientos, probó el ayuno. Pero la escasez en el consumo de alimentos lo debilitó, enfermó, perdió concentración y desde luego no lo aproximó a la solución del enigma del sufrimiento. ¿Qué aprendió Buda de sus días de ayuno y hambruna? Pues que tanto demasiado alimentos como demasiado poco eran perjudiciales para la salud y el bienestar. El control, el equilibrio y la comprensión de las necesidades únicas de tu cuerpo son esenciales para gozar de una vida sana y feliz. Mindfulness y alimentación. Susan Albers.

Es increible como la vida va situando todo a tu alrededor cuando decides dejar de hacer, dejar de controlar, cuando decides vivir "tu vida" y dejar que toda la energía que mueve las cosas te salpique. Todo ello sin hacer nada, solo existiéndo, con bondad y dejando hacer. Así llegué a Kagyu Samye Dzong London, "Templo Budista para la Salud y la Paz en el Mundo". Esta es su principal tarea. A los pocos meses, sin hacer nada, todo encajó por si solo para que pudiera ofrecerme como voluntaria para su cocina. El centro neuralgico de todo hogar, aunque aqui, ese corazón está en la Shrine Room. Una enorme y preciosa sala de meditación presidida por un Budha central de unos tres metros y por enormes Tankas con deidades como Tara Verde y Chenresi. Así es como el Karma ha colocado en mi camino y en mi presente esta convinación. Comida y Meditación, Alimentación y Dharma. El motivo de este blog es plasmar esta experincia. Cada día he de buscar la manera de cocinar todos los tipos de legumbres que tengo en la cocina. Lentejas marrones, verdes y naranjas. Alubias Abuki, Negras, Pintas, Blancas, Rojas..... Quinoa, Polenta, Cebada, Rhubarb, Agua de Coco, Sésamo... son los ingredientes que están en la despensa. Toda una aventura y un aprendizaje. Por que hay muchas maneras de vivir el presente y una de ellas es la ilusión. Un bálsamo natural para que cuerpo y mente estén unidos aqui y ahora. Gracias al Budha, al Dharma y la Shanga.